jueves, 12 de mayo de 2016

PARADÓJICO

Un pasillo gris y en silencio. Un grito en la noche que anuncia la vida. Otro pasillo gris pero ahogado en llanto, y el que esperaban que hablara, se va en silencio. Paradójico que sin saber pronunciar, lleguemos haciéndonos oír y, que pudiendo hablar, algunos se vayan sin decir.

Un padre insistente toma a su hijo de la mano y lo impulsa a caminar, mientras su madre festeja un balbuceo insipiente. El niño reticente defiende su miedo a caer. Otro niño bajo el mástil de bandera, reprendido guarda silencio. Paradójico que se nos enseñe a caminar y a hablar, y luego se nos califique por la pasividad y el mutismo.

Tres mujeres rodeando una mesa. Un café humeante, un té con edulcorante y un batido de frutas. Palabras que desbordan por la mesa. Una charla álgida a la vista, pero un contenido pobre en esencia. Paradójico que se pueda decir tanto, sin decir nada.

Dos amigos, una baraja de truco y otro café. Jugar sin medir tiempos, pero esquivando el diálogo para no hacer sufrir y de algún modo proteger. Paradójico pensar que haciendo silencio no se dice nada.

Y la despedida. Y el amigo que comprende sin palabras. Y un abrazo silencioso que lo dice todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario